Esther Laforge trabaja para la Federación de Asociaciones de Lesionados Medulares de Andalucía (Federación ALMA), que se dedica a luchar por los derechos de las personas con lesiones medulares. A sus 18 meses de vida tuvo un accidente que le provocó una lesión en las vértebras C3 y C4, que tiene como resultado una tetraplejia.
Debido a su lesión, tiene un nivel de dependencia bastante alto, lo que le resulta muy complicado. “A mí no me pesa la dependencia física, sino no tener el medio suficiente como para gestionar mi vida y poder desarrollar las actividades que hace todo el mundo. Te sientas en una silla de ruedas y los pagos te siguen llegando: Hacienda te reclama, los bancos te llaman y las necesidades siguen siendo las mismas”, describe Laforge. Esther sabe lo que es contar con asistente personal y sostiene que gracias a esta figura puede hacer su vida. “Decido lo que quiero. Nadie se lo plantea. La familia tiene un tope y nosotros también tenemos ambiciones, queremos desarrollarnos, evolucionar. Necesitamos trabajar, estudiar… pero nuestra familia no tiene por qué hacerse cargo de esas tareas”, puntualiza. Además, su experiencia en el colegio tampoco fue buena. Desde primaria siempre ha encontrado rechazo por parte de sus profesores y educadores. Al comenzar la Educación Secundaria Obligatoria, quisieron reevaluarla para meterla en Educación Especial y tuvo que luchar mucho para hacer ver que ella solo estaba en una silla de ruedas. Pese a los obstáculos que encontró en el camino, ha conseguido graduarse en Trabajo Social y hacer un Máster en Mediación familiar.
En ocasiones, reducimos a las personas a su discapacidad y nos olvidamos de preguntar cuáles son sus inquietudes, sus metas o cómo se sienten. Esther considera que es más una aptitud propia y que las personas con discapacidad no pueden permitir que les traten como personas pasivas. Deben normalizar su vida.
Al preguntar a Laforge qué reclamaría si tuviese oportunidad, responde: “Somos más que una silla de ruedas, esto no está para limitarnos, es una herramienta. Tenemos que trabajar, estudiar, queremos salir, somos capaces, somos dueños de nuestras vidas. Lo que nos falta es la capacidad de hacerlo con nuestras propias manos, pero la independencia es mucho más que eso. La asistencia personal es una herramienta reconocida por la ONU y los Derechos Humanos, lo único es que hay que ponerlo en marcha”.
Vídeo de la entrevista Esther Laforge
Esta entrevista se enmarca en las acciones llevadas a cabo dentro del Programa ‘Asistencia Personal 2018/2019’ de la Federación de Asociaciones de Lesionados Medulares de Andalucía, con cargo a la asignación tributaria del 0,7% Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en el Ámbito de las Competencias de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.